Con la idea de hacer una especie de Campo de los Elíseos se construyó el Paseo de los Próceres en Caracas en los años 50. Este paseo, que tiene una distancia de más de dos kilómetros de largo, es un homenaje a los padres de la patria de Venezuela, quienes consiguieron su liberación e independencia en cuatro batallas decisivas: la de Carabobo, la de Ayacucho, la de Boyacá y la de Pichincha. Está ubicado al sur de la ciudad, a continuación de la Universidad Central de Venezuela, en la estación de metro Los Símbolos, y está al lado del Fuerte Tiuna, el complejo que alberga la Academia Militar de Venezuela, y que constituye una de las dos residencias de Chávez. La otra es el Palacio de Miraflores.
Aquí es donde se celebran los imponentes desfiles militares, donde se concentran los partidarios del gobierno y donde se conmemoran los grandes momentos de exaltación patriótica. Los fines de semana es frecuente ver a familias paseando, ciclistas, patinadores y corredores ejercitándose en los aledaños del Paseo.
El Paseo de los Próceres impresiona, sobrecoge por su amplitud y magnificencia, sus fuentes como espejos acuáticos, las esculturas, copas y copones que recuerdan el período helenístico, en el que se basó el dictador Pérez Jiménez para resaltar su doctrina del Nuevo Ideal Nacional, los jardines y elementos barrocos, las gradas para el público asistente y, sobre todo, los cuatro monolitos y estatuas de mármol blanco y negro que exaltan a los héroes que independizaron la nación: Bolívar, Páez, Arismendi, Sucre, Miranda, Urdaneta, etc.
Aquí es donde se celebran los imponentes desfiles militares, donde se concentran los partidarios del gobierno y donde se conmemoran los grandes momentos de exaltación patriótica. Los fines de semana es frecuente ver a familias paseando, ciclistas, patinadores y corredores ejercitándose en los aledaños del Paseo.
El Paseo de los Próceres impresiona, sobrecoge por su amplitud y magnificencia, sus fuentes como espejos acuáticos, las esculturas, copas y copones que recuerdan el período helenístico, en el que se basó el dictador Pérez Jiménez para resaltar su doctrina del Nuevo Ideal Nacional, los jardines y elementos barrocos, las gradas para el público asistente y, sobre todo, los cuatro monolitos y estatuas de mármol blanco y negro que exaltan a los héroes que independizaron la nación: Bolívar, Páez, Arismendi, Sucre, Miranda, Urdaneta, etc.
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