lunes, 28 de junio de 2010

Santa Teresa

A poco más de 80 kilómetros de Caracas está la Hacienda Santa Teresa, la productora artesanal donde se elabora uno de los mejores rones del mundo, el ron Santa Teresa, claro está. Enclavada en medio de los valles del estado de Aragua, la Hacienda está rodeada por la frondosa vegetación y el clima típicamente tropical (mucho calor y lluvias intermitentes por el día, y noches más bien frescas), que son propicios para que las cañas de azúcar se propalen con una facilidad casi mágica y hacen que el ron, una vez envejecido en las barricas y los toneles de madera de roble, adquiera ese color ámbar tan característico y tan dulcemente apetecible.

La Hacienda fue levantada en 1796 por el conde Tovar y allí, a lo largo de más de doscientos años, el proceso de elaboración y destilación del ron ha mantenido su componente artesanal. Baste decir que los barriles los siguen haciendo a mano tres empleados. Cada uno de ellos es capaz de ensamblar cien barriles al día. La producción de las bodegas es asombrosa: 100.000 litros de ron diarios, y es uno de los productos por los que Venezuela es conocida en el mundo entero. Tiene sus competidores –Cuba, República Dominicana, Jamaica y Puerto Rico– pero en este terreno sí se puede decir que Venezuela está a la cabeza.
Allá nos fuimos el sábado un grupo de quince personas, y allá pasamos el día entre las degustaciones de rones (el gran reserva, el selecto, el solera, el orange, el coffee), los paseos por la espectacular hacienda de origen colonial y los intensos olores del alcohol destilado por los imponentes alambiques que salpican los almacenes de la finca. Después de un curso de cata de rones, que no hizo sino confirmar lo que ya sabía, esto es, que el ron es la mejor bebida alcohólica que existe –una pena tanto azúcar–, nos fuimos de allí con un certificado de catadores semi oficiosos y con una retahíla de anécdotas curiosas sobre el origen, la elaboración, el envejecimiento y, sobre todo, la (rica) cata del ron más añejo del mundo.

3 comentarios:

  1. Con un certificado de catadores de ron, y me imagino que con otro certificado en el que pondría graduación en sangre 0,60 jejeje
    S.V.S

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  2. Joder, ¿Cada empleado ensambla 100 barriles al día? ¿Y son nativos? Por cierto, ¿Es una empresa privada? O ya la ha expropiado el elemento...
    Me han dado ganas de tomarme un chupito del que me trajisteis...

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  3. Bueno, cuando dijeron eso, hubo miradas escépticas (¿y guasonas?) entre el público, pero lo cierto es que los trabajadores ya cuentan con los listones cortados previamente y sólo tienen que ir ensamblándolos -uno grueso, uno fino- y colocando los aros de sujección. Es como colocar las láminas del parquet, no plantea mayor inconveniente. El tema es encajarlo bien y con cierta prestancia.

    Y, aunque parezca mentira, al ir bebiendo (saboreando) poquito a poco, no hubo melopeas dignas de mención, jejeje...

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