Esta mañana dando un paseo por Caracas, voy a la Fundación Herrera Luque pero resulta que ha cambiado de dirección. Nadie sabe decirme dónde está ahora. Uno de los vigilantes cree que se han trasladado hacia la zona de Los Palos Grandes, pero no me asegura nada. Tendré que buscarla por mi cuenta. Había quedado con su directora para hacerle una entrevista. Quiere hablarme de su difunto esposo, el psiquiatra y prestigioso novelista caraqueño, Francisco Herrera Luque.
Luego callejeo por Altamira y bajo a la plaza de Francia, emblema de Chacao, uno de los lugares más bellos de Caracas, con su obelisco, su espejo de agua y la fuente azul que se pierde en una pequeña catarata hasta la entrada del Metro. Entro en el Hotel Caracas Palace y desde la planta nueve disparo la cámara: me gusta la Plaza vista desde arriba, su geometría, su disposición, el Ávila al fondo. Cuando bajo, ya hay varias organizaciones políticas montando los tenderetes para dar información y repartir papeletas. Muchas de ellas gastan un tiempo enorme en explicar el sistema de votación (bastante complejo, parece ser).
Por la avenida de Francisco de Miranda, los puestos del PSUV venden alimentos y bebida a precios populares (paquetes de harina precocida, arroz, leche en polvo, tomate envasado), entre cartelones con el rostro de Chávez donde se puede leer "El pueblo pa´la Asamblea" (sic). La gente hace largas colas para comprar a "precios de Revolución", como se lee en un cartel escrito a mano.
jueves, 23 de septiembre de 2010
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