lunes, 19 de abril de 2010

Arepa socialista

Uno de mis platos favoritos de Venezuela es la arepa, una torta crujiente elaborada con maíz que generalmente se presenta cocida y rellena con lo que uno guste: jamón, queso amarillo o blanco, pernil, carne mechada, pollo, salchicha, caraotas negras (una especie de judías o frijoles), etc. Está emparentada con el talo, esa especie de tortilla o torta que se elabora en el País Vasco también con harina de maíz.

Aquí la arepa es el pan venezolano, se come a cualquier hora del día, pero sobre todo en el desayuno. Es tal la importancia de este alimento que el Gobierno ha abierto varias “areperas socialistas” por todo el país con el fin de que no sean sólo los burgueses y los oligarcas los que puedan comerlas a los precios que se encuentran en los restaurantes “privados” entre 16 y 24 bolívares (1,5 – 2,5 euros).

Estas navidades pasadas Chávez dijo en su programa televisivo al hilo de la inauguración del primero de estos establecimientos: “Estamos en promoción a 5 bolos la arepa”, o sea, a unos sesenta céntimos de euro. Pero como aquí la inflación está desbocada, resulta que cuatro meses después de esas declaraciones, y sin que el precio de la harina haya subido oficialmente, la arepa socialista ha incrementado su precio un 50%, y eso pese a estar subsidiada por el gobierno. Y es así como los bolivarianos y bolivarianas acuden a comer sus arepas con cara de congoja y, ante los micrófonos de la televisión estatal, cuando les preguntan su opinión sobre la subida en las areperas socialistas, argumentan: “Bueno, sigue siendo una arepa económica. Pero lo mejor es la atención, que es excelente”.

2 comentarios:

  1. Pues que quieres que te diga, donde este una buena barbacoa, que se quite la tal Arepa con su relleno, aunque la barbacoa salga un poco mas cara

    ResponderEliminar
  2. Será porque no ha provado esta ricura, o aquellas empanaditas de carne mechada..mmmm suavesitas crujientes..en fin cada uno con su tema...hay Dios! quien pudiera morder aquellas tortas de cachapa de maiz tiernito con el queso de mano recien hecho, un vaso de frescolita chispeante... los recuerdos de mi infancia, me atropellan al entrar en este blog. Un abrazo.

    ResponderEliminar