Un apunte histórico: el pasado lunes se celebró el bicentenario de la independencia de Venezuela como colonia española. El 19 de abril de 1810 la insurgencia destronó al capitán Vicente Emparan como representante del imperio español, a quien acusaban de ser leal al invasor francés. No olvidemos que Napoleón, dos años antes, en 1808, había ocupado España a pesar de encontrar una resistencia feroz en el pueblo, había derrocado a la monarquía y había nombrado rey a su hermano José. En 1810 la Junta Suprema de Caracas envió delegaciones al extranjero en busca del reconocimiento de su nación, y fue así cómo Simón Bolívar, Andrés Bello y Luis López Méndez (considerados los padres de la patria) fueron a Londres, y otros, como Madariaga, acudían a los países vecinos, como Colombia, a luchar por la independencia. El 19 de abril se considera el final de tres siglos de dominación colonial y el nacimiento de un estado propio.
En el acto del lunes, en el que estuvieron presentes curiosamente los altos mandatarios de los países “amigos” que reciben cantidades ingentes de petróleo gratis (ver post “Cómo ser rico y dilapidar el dinero”) Cristina Kirchner (Argentina), Evo Morales (Bolivia), Daniel Ortega (Nicaragua) y Raúl Castro (Cuba), entre otros, se destacó la idiosincrasia “de los combatientes socialistas, antiimperialistas y revolucionarios” del pueblo venezolano, y se hizo un llamamiento a defender los recursos de la región como ya hiciera Argentina en las Malvinas. Chávez insistió en que Venezuela está armada y preparada “para defender hasta el último milímetro de esta patria sagrada", ante la agresión y la amenaza del "imperio yanqui”.
Después de ver parte de los actos conmemorativos, lo mejor para mí fue el comentario jocoso de la Kirchner cuando finalizó su discurso de cuarenta minutos. Ahora que los dos dirigentes están en idilio, la presidenta de Argentina, bromeando sobre la extensión de las alocuciones de Chávez, se permitió decir en la Asamblea Nacional venezolana: “En ningún momento he pretendido romper el récord que ostenta el comandante”. Los allí presentes se arrancaron en aplausos que duraron varios minutos. Y es que no hay como estar entre amigos.
jueves, 22 de abril de 2010
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