Esas, las tías de la diabetes, son como un conjunto de mujeres viejas, agrias y vestidas de negro, y cuyos nombres te suenan pero no reconoces: neuropatía, nefropatía, retinopatía, cardiopatía, microangiopatía, dermopatía, etc. Uno las escucha y las mira con gesto de asombro, pero también de aburrimiento. Para mí, la diabetes es como uno de esos familiares pesados que van gastando chistes sin ton ni son. Yo me la imagino, despatarrada de la risa, repitiendo esa greguería de Gómez de la Serna: “Le decía siempre ‘Vida mía’ pero un día se equivocó y dijo: ‘Viuda mía’. Murió aquella noche”. Cosas así.
El caso es que aun siendo tan entrañable, es una enfermedad que no tiene solución. En los últimos años se han hecho algunos avances, como los trasplantes pancreáticos, las bombas de infusión de insulina, los implantes de insulina de cerdo o los trasplantes de los islotes de Langerhans, pero nada ha resultado definitivo. Ahora, en Venezuela, hay un grupo de médicos y cirujanos que están aplicando células madre en el tratamiento contra la diabetes y, por lo visto, los resultados son muy positivos.
Explicado burdamente, te extraen células madre con una punción en el esternón y te las reinyectan en el cuerpo, de manera que las células madre corren por todos los órganos a través del torrente sanguíneo y, en el caso de los diabéticos, esto hace que la acción se intensifique en el páncreas. Las mejoras son notables: reducción considerable de las dosis de insulina, mejora de los índices de glicemia, aceleración de las cicatrices y las úlceras en el pie (el famoso pie diabético), mejora en el funcionamiento renal, mejora en la visión, etc.
Desconozco cómo está el tema de la investigación con células madre en Venezuela, pero supongo que estará permitido. El tema es que Venezuela está a la vanguardia del estudio de la diabetes en la región y las conclusiones de estas investigaciones han sido presentadas recientemente en un congreso de Maracaibo donde han acudido miles de médicos de toda Latinoamérica. Veremos ahora cómo se lo toman las pesadas tías de la diabetes...
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