jueves, 22 de julio de 2010

Ven a mí que tengo flor

Como uno de esos culebrones venezolanos de tiras y aflojas, dimes y diretes, encuentros y desencuentros apasionados y turbulentos, así se está viviendo la lucha personal que mantiene Chávez con el canal televisivo Globovisión de Guillermo Zuloaga.

La trama es intrincada pero se puede resumir así, según la lógica revolucionaria: Nelson Mezerhane, dueño del intervenido Banco Federal, posee el 28,5% de Globovisión, pero como esta entidad ha sido intervenida (ver post "Banco Federal"), esas acciones pasan, de facto, a ser propiedad del Estado. Si a esto se le suma otro 20% que estaba en manos de otro accionista que acaba de morir y cuyas acciones no son heredables para los familiares sino para la revolución, nos encontramos con un axioma que ayer Chávez anunció eufóricamente, con la clarividencia propia de los iluminados: “el Estado podrá ser propietario del 45,8% de las acciones de Globovisión" y, por lo tanto, se incorporarán dos periodistas oficiales a la junta directiva en representación del Ejecutivo. Y añadió: “no estamos expropiando, nos estamos incorporando al negocio. Mezerhane tiene una empresa intervenida y el otro señor recibió un 20% y luego lamentablemente falleció… Bueno, ven a mí que tengo flor”.

Mientras tanto, Guillermo Zuloaga y su hijo están en busca y captura, fugados probablemente en algún país del continente, a la espera de poder regresar a Venezuela. Lo mismo cuando lleguen se encuentran con el Presidente dirigiendo también la junta directiva de Globovisión.

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