Las piñaterías de Caracas se han convertido en un símbolo de la ciudad, juguetonas, disparatadas, abarrotadas, hechas para que florezca la ilusión de los niños, los más pudientes y los menos, los de los condominios lujosos y los de las barriadas más pobres, un humilde reclamo de felicidad suprema, concebido para culminar las fiestas de cumpleaños de los más pequeños.
jueves, 30 de septiembre de 2010
Las piñatas de Caracas
Las piñaterías de Caracas se han convertido en un símbolo de la ciudad, juguetonas, disparatadas, abarrotadas, hechas para que florezca la ilusión de los niños, los más pudientes y los menos, los de los condominios lujosos y los de las barriadas más pobres, un humilde reclamo de felicidad suprema, concebido para culminar las fiestas de cumpleaños de los más pequeños.
miércoles, 29 de septiembre de 2010
Todo depende
-¿Y cómo están las cosas por allá, mi pana?
-Ése... por lo visto no es muy bueno, ¿no? Lo mejor que tenemos en Venezuela es que la crisis no nos ha afectado como a vosotros... Menuda verga se prepara con la vaina de la huelga. Estáis ponchaos...
Eso sí que es optimismo, pienso yo, pero no le digo nada porque el pana ya está alborotando el aire con su estruendosa risa caribeña.
martes, 28 de septiembre de 2010
Maneras de Presidente
Ésta fue la reacción y la respuesta a la pregunta que planteó una periodista de Radio Francia Internacional sobre un tema que, incluso entre los expertos electorales, levanta ampollas, fricciones, desavenencias e interpretaciones: ¿cómo es posible que el PSUV haya obtenido 98 diputados y la oposición 65, habiendo conseguido solamente 100.000 votos más?
Ojo por ojo
La foto es aterradora: retrata a los habitantes de uno de los barrios de Caracas, El Valle, tomándose la justicia por su mano. Sus vecinos se organizaron para capturar a un hombre señalado por cometer abusos contra las mujeres del barrio. La ira se apoderó de ellos, lo apresaron, lo lincharon a pedradas, con palos y botellas, y finalmente lo mataron a balazos. Después lo rociaron con gasolina y lo incendiaron en mitad de la avenida principal del barrio.
La foto es, a todas luces, devastadora. La publicó hace unos días el diario El Universal en una magnífica serie de reportajes en los que está analizando el horror cruento del país: su violencia desatada.
lunes, 27 de septiembre de 2010
Día electoral
Como cada domingo fuimos a desayunar al mismo sitio de siempre, hicimos compras, paseamos por las calles calurosas de Chacao, y pese a lo que nos advirtieron todo fue con absoluta normalidad y tranquilidad. Eso sí, a las cuatro de la madrugada, los seguidores del chavismo se dedicaron a tirar tracas de petardos y cohetes ruidosísimos para despertar a la gente como si fueran toques de diana. Era el llamado a la participación, como dicen aquí. Una hora después Chávez estaba enviando mensajes incendiarios a través de Twitter. Las mesas electorales abrieron a las seis de la mañana y los primeros ancianos hacían colas para pasar por el tortuoso camino de la votación. Se calculaba en seis los minutos que tarda en votar un elector: identificación y acreditación, captación de huella dactilar, selección de los candidatos en las distintas urnas, votación y, finalmente, inmersión del dedo en la tinta indeleble.
Huguito acudió a votar a la una del mediodía con su chándal bolivariano, de la mano de sus hijos y sus nietos, y auguraba ufano una victoria del PSUV y un alto nivel de participación (del 70%), muy superior al 25% de hace cinco años cuando la oposición se retiró en un intento de deslegitimar los poderes del Estado. Chávez espera obtener dos tercios de la Asamblea y profundizar así en el proceso revolucionario socialista-bolivariano, que como volvió a repetir ayer en numerosas ocasiones es el proceso más admirado del mundo, puesto que antepone un modelo utópico inspirado en Bolívar-Lenin-Castro frente al imperialismo reinante, último estadio de ese capitalismo salvaje que nos consume.
Las urnas se cerraron a las seis. Nosotros para no perder las buenas costumbres salimos a cenar a uno de nuestros sitios favoritos, en espera de los resultados finales de estas curiosas elecciones.
viernes, 24 de septiembre de 2010
Dos conversaciones
1. Llamo a la vecina para consultarle unas dudas que tenemos sobre varias clínicas de Caracas. Ella y su marido son médicos, amabilísimos, jóvenes, padres de una niña mofletuda de diez meses que tiene dos ojazos como dos soles. Estamos en su casa y, después de hablar de esto y aquello, mientras yo le hago algunas carantoñas a la niña, la vecina me dice cambiando súbitamente el tono y bajando la voz:
-Este domingo y el lunes será mejor que no salgan de casa. Se quedan ahí, compran su comida y no pisan la calle.
-¿Y eso? -le digo yo-. ¿Los dos días?
-Bueno, las elecciones, ya tú sabes. El domingo porque se vota, y el lunes por ser el día de después. A veces hay balaceras (tiroteos) y es más seguro estarse en casa. Ése es mi consejo que yo te doy.
Yo me callo y miro a la niña: sus ojos son como dos pozos de sabiduría. Después le agradezco la información y me marcho.
2. Voy a desayunar como cada mañana a La Castellana, zona de oficinistas, de compañías multinacionales y de oligarcas opositores. Me tomo una arepa y hablo con mi mesero preferido, Jeyfri.
-Oye, Jeyfri, me han comentado que el domingo es mejor no salir, por lo de las elecciones.
Jeyfri mira a lo largo de la barra. Hoy hay poca gente. Donde yo me pongo estamos solos.
-Sí, es una vaina. Yo no voy a salir. Veré todos los partidos de la Liga por Direct TV… -Hace una pausa y continúa-. Aquí todos los años tenemos elecciones y siempre es la misma cosa. Nunca se sabe, papá.
-¿Y el lunes? ¿También es peligroso?
Jeyfri vuelve a mirar en derredor. Esboza una sonrisa y responde quitándole hierro al asunto:
-Nosotros operamos el lunes como cualquier otro día. No pasa nada.
-Está bien –le digo–, pues aquí estaré.
jueves, 23 de septiembre de 2010
Plaza de Francia
Luego callejeo por Altamira y bajo a la plaza de Francia, emblema de Chacao, uno de los lugares más bellos de Caracas, con su obelisco, su espejo de agua y la fuente azul que se pierde en una pequeña catarata hasta la entrada del Metro. Entro en el Hotel Caracas Palace y desde la planta nueve disparo la cámara: me gusta la Plaza vista desde arriba, su geometría, su disposición, el Ávila al fondo. Cuando bajo, ya hay varias organizaciones políticas montando los tenderetes para dar información y repartir papeletas. Muchas de ellas gastan un tiempo enorme en explicar el sistema de votación (bastante complejo, parece ser).
Por la avenida de Francisco de Miranda, los puestos del PSUV venden alimentos y bebida a precios populares (paquetes de harina precocida, arroz, leche en polvo, tomate envasado), entre cartelones con el rostro de Chávez donde se puede leer "El pueblo pa´la Asamblea" (sic). La gente hace largas colas para comprar a "precios de Revolución", como se lee en un cartel escrito a mano.
Estadísticas
En la mayoría de las ocasiones, los periodistas en activo andan escasos de tiempo, de ahí que muchos agradezcan la elaboración de estadísticas y la difusión de cifras. El dato estadístico es para el periodista lo que la nota musical para el compositor: la objetividad, la clarividencia, la guía. Es verdad que a veces hay mucha morralla pero, otras, se dan a conocer datos que resultan, sencillamente, avasalladores. Es el caso del Índice Global de Competitividad que elabora el Foro Económico Mundial. El índice, que se presentó hace un par de semanas, mide la prosperidad económica de 139 países teniendo en cuenta, entre otros, factores institucionales, sociales, productivos, financieros y macroeconómicos.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
Limitaciones
Bueno, el caso es que por vivir aquí nos hemos encontrado con varios inconvenientes que trascienden las fronteras terrestres y afectan a grandes compañías multinacionales y a sus relaciones con Venezuela. Ahí van dos ejemplos: intenté comprar varios libros por Amazon y, oh sorpresa, y al incluir la dirección para recibirlos, salió un mensaje donde me informaban que, debido a problemas con algunos países que no garantizaban unos mínimos jurídicos, no podían atenderme. Entre estos, además de Irán, Irak, Afganistán o la inmensa mayoría de los países africanos, estaba, por supuesto, Venezuela.
Otro ejemplo: ayer pretendía escuchar una canción de jazz de Louis Armstrong y Danny Kaye por Spotify, un servicio gratuito de música digital que da acceso a millones de canciones, y no hubo manera. Después de indagar en la web, descubrí que Venezuela no está incluida en los países que pueden usar este servicio. Qué raro, ¿no? Al final tuve que acudir al socorrido y sempiterno Youtube. Menos mal: http://www.youtube.com/watch?v=jm6ktYq0Yxk&feature=player_embedded
martes, 21 de septiembre de 2010
Obama y el PSUV
lunes, 20 de septiembre de 2010
Cepillados
viernes, 17 de septiembre de 2010
Venezuela is different
jueves, 16 de septiembre de 2010
Carteles electorales
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Suspenso a los coles
martes, 14 de septiembre de 2010
Pericia, después de todo
Precisamente uno de estos aviones se ha caído cuando cubría la ruta entre Puerto Ordaz e isla Margarita. A bordo iban 47 pasajeros y 4 miembros de la tripulación. Han muerto 14 personas. Podía haber sido peor. Las autoridades alaban la pericia del piloto, quien ha logrado dominar el aparato después de perder el control, y ha evitado estrellarlo contra las viviendas cercanas. Los restos del fuselaje se agolpan y humean en un patio en el que se apilan los bidones y los materiales de desecho, a unos doscientos metros de los galpones, los hangares industriales de la zona y las acerías más próximas.
Cuando uno sube a este tipo de aviones, la memoria, que es muy traicionera, recupera con descaro y excesivo rigor de detalles el abanico de accidentes aéreos que ha visto a lo largo de su vida. En el próximo viaje que queremos hacer tomaremos uno de estos aviones. Será para ir a ver los cayos de Los Roques. Me será imposible quitarme el nudo de la garganta y el carrusel turbulento de las imágenes archivadas, pero me encomendaré con vehemencia a la habilidad y destreza del piloto. ¡Glub!
lunes, 13 de septiembre de 2010
Huelga de hambre
El hombre, empresario de origen portugués, nacionalizado venezolano y con más de veintiséis años en el país, se declaró en huelga de hambre tras haber recibido presiones y amenazas del Instituto Nacional de Tierras para que desocupara sus terrenos. Según el empresario, la funcionaria que lo amenazó le dijo que si era necesario pasarían por encima de su cadáver (ver post “La tierra, para el que la trabaja”).
domingo, 12 de septiembre de 2010
De Twitter y sus demonios
Según el Gobierno, los twitteros son arrestados fundamentalmente por dos motivos: uno, atentar contra el sistema financiero del país al difundir información del cambio paralelo de moneda y otros procedimientos monetarios y mercantiles tan asentados en el uso social venezolano que hasta el perrocalentero de Caracas más despistado lleva en su ADN (información, por cierto, que en el mismo aeropuerto te dan y ofrecen los porteadores de equipajes, el personal de Maiquetía, los taxistas y si te descuidas hasta los propios empleados públicos).
sábado, 11 de septiembre de 2010
Paraíso Express
Pero todo esto parece importar poco en el ajetreado día a día de los famosos y los políticos, que se han subido al carro de la comunicación online con el mismo énfasis pasajero con que se suben a otras modas (la filantropía, las donaciones, las fundaciones, etc), y así descubro que Venezuela está inmersa en un enfrentamiento twittero entre el cantante Alejandro Sanz y el presidente de la República, ambos usuarios compulsivos de la herramienta del pajarito azul. Por lo visto, el cantante ha enviado un mensaje pidiendo permiso a Chávez para cerrar su gira Paraíso Express en Venezuela: “¿Me da su palabra de que no le pasará nada ni a mi público ni a mi gente ni a la empresa ni a mí? Si usted da permiso y nos da su palabra de que nada va a pasar yo cierro mi gira en Venezuela. Usted tiene la palabra”.
Mientras tanto, Huguito no se ha pronunciado en su cuenta de Twitter y todos esperamos con entusiasmo la respuesta que dará al cantante español. Es una pena que, según los expertos, Twitter esté empezando su declive. Es tan divertido ver cómo los famosillos se tiran los trastos en tan sólo 140 caracteres…
viernes, 10 de septiembre de 2010
Onda tropical
Los expertos pronostican que las precipitaciones van a continuar durante todo el mes de septiembre, ya que estamos en la época de las lluvias, época que aquí en el trópico se caracteriza por fuertes aguaceros, chaparrones intensos, fuerte actividad eléctrica e incluso caída de granizo. Lo mejor es que, cuando pasa la onda tropical, luce el sol con fuerza, el agua se evapora y volvemos, como por arte de magia, a los agradables y relativamente húmedos treinta grados, como si nada hubiese pasado.
jueves, 9 de septiembre de 2010
El barniz de lo superfluo
–¿Saben una cosa? –pregunta bajando la voz y adelantando el cuerpo hacia nosotros. No quiere que le oigan los venezolanos que van en el vuelo–. Llevo doce años viniendo a Caracas y nunca, en todo este tiempo, he salido del hotel. Es una ciudad que ha ido de mal en peor, y no tengo el menor interés en ver nada… Es tan insegura –dice dejando resbalar su mirada por los asientos delanteros del avión, como para asegurarse de que en efecto nadie le está escuchando-, es quizá la peor ciudad de toda Latinoamérica, al menos para mí.
Después nos sigue contando cosas de otros lugares: Río de Janeiro, Buenos Aires, La Habana, Santiago de Chile y haciendo comparaciones entre unos y otros. Cuando nos despedimos, nos desea mucha suerte con su tono serio, rígido y muy profesional.
El dispositivo de seguridad que nos espera nada más bajar del avión nos conduce por el mostrador diplomático y muy pronto dejamos atrás los controles farragosos de los militares armados. Con nosotros, vienen dos compañeros nuevos, que se incorporan al proyecto de la obra. Uno de ellos ya conocía Caracas, estuvo aquí quince años antes, con otra empresa. Mientras subimos hacia Caracas y dejamos a nuestras espaldas el aeropuerto de Maiquetía, comienzan a aparecer los barrios y las favelas en las laderas de las montañas. La entrada a la ciudad resulta más rápida de lo habitual y misteriosamente no hay tráfico. El que había estado hacía quince años, después de estar observando a través de los vidrios tintados del coche que nos transporta, comenta asombrado:
-Madre mía, esto está desahuciado.