jueves, 27 de mayo de 2010

Derek Walcott

Descubrí a Derek Walcott en un libro desgastado de la biblioteca hace muchos años. Fue en un poemario titulado Omeros, la cumbre de su obra, por la que le valió seguramente el Premio Nobel de Literatura en 1992. Un libro difícil, pero bello, inspirado en la Odisea de Homero. Ahora Derek Walcott ha venido a Caracas invitado por un festival de poesía. Así que he ido a verle. No siempre se tiene la oportunidad de escuchar en persona a un premio Nobel.

Walcott es oriundo de una isla pequeña del Caribe llamada Santa Lucía, al sur de la isla Martinica, donde pasó tantos años el pintor Paul Gaugin. Es una isla pequeña, con poco más de 160.000 habitantes, lo que hace meritorio que Walcott obtuviera el premio Nobel. Su idioma es el inglés, pero se hablan otras lenguas criollas como el creole, derivada del francés.

Si tuviera que destacar algo diría que la charla ha estado protagonizada por la mala organización del evento, que ha sido lamentable. Pero dejando aparte tales incidentes, lo más destacado han sido las opiniones del escritor sobre literatura y política. Respecto a la primera, y haciendo referencia a su condición de poeta insular y caribeño, ha comentado que el indígena es un ser humano con sus propias creencias y sus propios dioses, los cuales son cambiados de raíz por los colonizadores. Sin embargo, una vez asumido esos cambios, el indígena puede llegar a utilizar el lenguaje con mucha mayor precisión que el colono. Para ilustrar esta idea ha rescatado como ejemplo de la sabiduría de los pueblos colonizados la obra de Shakespeare titulada La tempestad, en el que Calibán, pese a su condición de esclavo, supera en fuerza expresiva a su amo Próspero.

Ha dicho también que sin Gabriel García Márquez la lengua española no hubiera sido tan rica, o la inglesa sin Wole Soyinka. “Esos escritores realmente han contribuido muchísimo al desarrollo de la lengua imperial”.

Walcott no quería hablar de política, pero al final ha dejado caer algunas opiniones relativas a Caracas: “Todo el Caribe presenta una situación en extremo triste. Si observas la ciudad de Caracas, te das cuenta de que la pobreza es absurda, casi obscena, y casi todas las islas de la región tienen esa misma imagen. Caracas está mucho más deteriorada que la última vez que estuve en este país, en 2007”.

Luego ha leído algunos poemas, entre ellos uno titulado “Nombres”, realmente excelente. No lo he encontrado pero os pongo un link con algunos de sus textos por si os apetece leerlos: http://amediavoz.com/walcott.htm.

2 comentarios:

  1. ¡Qué envidia! Qué privilegio poder escuchar a Walcott, a pesar de todos los pesares de los que hablas. En fin, por lo menos al final no lo derribaron y amordazaron (no, si al final la poesía y los poetas serán imperialistas y contrarrevolucionarios).

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  2. Raúl, me acordé mucho de ti!! No lo derribaron afortunadamente, pero sí le interrumpieron en varias ocasiones, aunque Walcott pidió la participación del público. Ya te contaré con más detalle. Pero mereció la pena escucharle...

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