Aficionado al canto, la pintura y el béisbol, el joven Chávez entró en el servicio militar después de completar sus estudios. Hizo una carrera militar que duró diecisiete años y alcanzó el grado de teniente coronel. Corrían los años 90 y fue en ese momento cuando conoció a Raúl Baduel con quien formó el movimiento clandestino. En 1992 organizaron un golpe de estado.
Este golpe fracasó y Chávez, que fue indultado, comenzó una agresiva campaña populista basada en dos ideas: ayuda a las clases desfavorecidas y rechazo al imperio yanqui. Se comparaba con Bolívar y proclamaba una revolución social sin precedentes.
En 1998 fue elegido presidente y se dedicó a reescribir la Constitución, concediéndose amplísimos poderes y aprobando decretos y leyes que condujeron a severas protestas en el año 2002. Las protestas acabaron en una huelga, la huelga en disturbios y los disturbios en muertos. Todo ello culminó en un golpe de estado organizado por altos mandos militares y financiado por un lobby empresarial. Chávez se vio obligado a dimitir.
Dos días después, Raúl Baduel, por entonces general, envió el comando de paracaidistas para rescatarle de los oficiales que lo tenían retenido en la isla de La Orchila, una islita de apenas 40 kilómetros cuadrados. Con esta operación, el presidente recuperó el poder. Sin embargo, las tensiones iban en aumento y en diciembre de ese mismo año la oposición convocó una huelga general con la que intentó derrocar de nuevo al presidente. La huelga paralizó el país, duró 63 días y cuando se puso fin, le había costado a Venezuela el 7,6% del PIB.
En 2006, Baduel fue nombrado ministro de Defensa del gobierno. Un cargo nada desdeñable teniendo en cuenta el perfil militarista y guerrillero de un presidente que ve amenazas y ataques en todos los frentes. Un año más tarde fue retirado y sustituido por otro ministro. A finales de 2007 se convocó el referéndum de la reforma de la Constitución y Baduel se manifiestó en contra, es decir, proclamó públicamente su oposición a Chávez.
Baduel argumentaba: “No podemos permitir que nuestro sistema se transforme en un capitalismo de Estado, donde sea el Estado el único dueño de los grandes medios de producción. Un país puede cometer el error de nominalmente llamarse socialista y en realidad practicar un capitalismo de Estado”.
El 2 de abril de 2009 Baduel es detenido en la puerta de su casa por miembros de la Inteligencia Militar, acusado de supuestos delitos de corrupción. Hace tan solo unos días, Baduel ha sido condenado a 7 años y 11 meses de prisión por sustracción de fondos públicos, abuso de autoridad y delito contra el decoro militar. Él se defiende: “Quieren hacerle ver a los generales que eso es lo que les puede ocurrir si expresan diferencias contra el régimen del gobierno”. Hay quien dice que uno de los objetivos del juicio era que Baduel no pudiera presentarse a las elecciones del 26 de septiembre. Quién sabe.
Para Chávez, sin embargo, esta sentencia es evidencia clara de que el gobierno no tiene amigos y que “no hay intocables”. “Se acabaron las vacas sagradas” dijo anoche en la televisión, “Baduel era mi amigo y es una pena verle ahí, pero se echó a perder”.
viernes, 21 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Pues para mi lo que deja claro es que nada dura eternamente... Que se lo digan a Pinochet, los criminales de guerra de la antigua Yugoslavia o,sin ir más lejos, Julián Muñoz y la Pantoja...
ResponderEliminarVete a saber, lo mismo ha robado de verdad. Habría que investigar al resto de ministros. Buena resumen de la época de Chávez...
ResponderEliminar