martes, 25 de mayo de 2010

El diablo en Latinoamérica

Lo más parecido al diablo vive en Colombia y se hace llamar Caim Tubal. Y su “hacedor” se llama Emilio González y vive en Caracas. Son dos de los máximos exponentes de la modificación corporal o alteración permanente del cuerpo de Latinoamérica.

Desde bien pequeño, la obsesión o el sueño de Caim Tubal es parecerse al diablo. Lo primero que hizo fue adoptar este nombre, que viene del Génesis: Tubal Caín es considerado el primer obrero metalúrgico del mundo antediluviano, hijo de Lamec y Zila, descendiente directo de Caín. Para parecerse al diablo, se ha hecho doce piercings en la cara, se ha implantado dos cuernos de silicona en la frente, se ha escarificado las orejas para hacerlas puntiagudas, se ha tatuado el cuerpo y, ahora, va en busca de colocarse una protuberancia al final de la espalda que le permita formar una cola similar a la de Belcebú. Esa búsqueda de su transformación personal le ha sido posible gracias a la labor de Emilio González, un venezolano que está considerado el pionero en el arte de la modificación corporal de América del Sur.

Emilio empezó a los 11 años haciéndose tatuajes. Tiene el cuerpo cubierto de ellos, las orejas horadadas con adornos similares a los que llevan ciertas tribus africanas, y sus antebrazos y su frente lucen protuberancias bajo la piel. Está casado, tiene dos hijos y, además de regentar una tienda que se llama Mithos Tatoo, actúa en una performance de Caracas donde se cuelga de ganchos que le perforan la espalda y las rodillas, y se balancea en el aire con los espectadores que osan subirse con él. Cuando le consultan a su hijo, éste dice que la apariencia del padre es normal. El prejuicio está en la mente de las demás personas que se cruzan con él en la calle.

El caso de estos dos personajes lo ha sacado a la luz National Geographic en una serie exclusiva sobre Latinoamérica. En este link encontraréis parte de lo que cuento aquí. Es el mejor corte que he podido encontrar en Youtube. La parte del diablo a la que me refiero comienza en el minuto 1:58.

5 comentarios:

  1. Más que el diablo es el espantajo de los melones...
    Santi, ves como el carnet de manipulador de alimentos no era para tanto...

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  2. Qué pena no habérmelo sacado... quizá vería estas imágenes con otra disposición.

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  3. LA VERDAD TODOS TENEMOS DERECHO DE HACER LO QUE SENOS OCURRA CON NUESTRO CUERPO PERO SI DESEAS PARESERTE A ALGUIEN QUE SEA EL MAS CHINGON !DIOS!

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  4. CAIM TUBAL si lo conosiera en persona lo aria mi mejor amigo!

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  5. eder borja yanez5 de junio de 2013, 1:24

    Buenisimo yo tambien soy fanatico del diablo y m gusta ese pedo

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