martes, 18 de mayo de 2010

Twitter, una guerra mediática

Hace tan sólo unos meses el pajarito de Twitter era el blanco de todos los odios del presidente Chávez, como lo era, por extensión, Internet. Lo acusaba de terrorista, de medio incontrolado, de nido de subversivos que buscaban el descrédito de la nación y, por qué no, su posible magnicidio. Se ve que ahora, Chávez ha reconsiderado su postura inicial (quizá movido por la importancia que Twitter está teniendo en las elecciones vecinas de Colombia) y se ha metido de lleno en el tema.

Ahora resulta que Twitter, el microbloging de 140 caracteres, ya no es capitalista ni socialista, sólo depende de su uso. La tecnología no es neutra, insiste una y otra vez, y asegura que Internet no puede estar en manos de la burguesía, sino en manos de la sociedad para dar la batalla ideológica.

Según el mandatario, él mismo empezó escribiendo sus tweets al principio, pero ha sido tal el éxito que ha tenido su @chavezcandanga que ahora ha contratado a más de 200 personas para gestionar su cuenta e intentar dar respuesta a los comentarios, sugerencias, críticas y denuncias que le llegan. Cabe decir que contratar a 200 personas en Venezuela para gestionar una cuenta de Twitter es como si en España dijéramos que hemos puesto cuatro o cinco personas para gestionar el microbloging de Zapatero. No es exagerado: para haceros una idea, en una carnicería media puede haber diez dependientes o más, en una cafetería pequeña a veces son más camareros que clientes, en un restaurante la legión de servidores puede llegar a las veinte o treinta personas. Cerca de casa tenemos una confitería en la que hay una persona que se encarga únicamente de cantar los números que aparecen en un panel luminoso. Ese es su trabajo. La mano de obra es tan barata y tan improductiva que el solapamiento es natural y cotidiano. No importa: contratemos 200 personas y el mundo entero verá que le dedicamos tiempo y recursos a la comunidad virtual.

Sin embargo, en este caso la cantidad no es importante, ya que Chávez tiene un reto enorme ante sí: dar cabida en 140 caracteres a todas las respuestas. Si tenemos en cuenta que para desarrollar tres ideas necesita las cinco horas de “Aló Presidente”, supone todo un ejercicio de síntesis y de retórica difícil de afrontar.

El problema además es que Twitter es bidireccional y no unidireccional, formato en el que el presidente se maneja mejor, así que los venezolanos aprovechan y le escriben tweets como estos: "No me va nada bien, no hay agua, luz, arroz ni caraotas. Desempleado y sin dinero. Sin esperanzas. Hoy hay más pobreza que cuando llegó a la presidencia. Ha derrochado un billón de dólares y una década. ¿Cuál era su patrimonio y el de sus amigos conspiradores en 1998? ¿Cuántos millones tiene hoy?"

Chávez se presenta como "Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Soldado Bolivariano, Socialista y Antiimperialista". Su cuenta, con más de 363.000 seguidores de todo el mundo a día de hoy es la más seguida del país, después de la de Globovisión, el canal de televisión con el que está enfrentado. La oposición y los medios opositores también agudizan su ingenio para arrasar con Twitter y todos se pelean por acertar con los 140 caracteres. La pregunta revolotea como el pajarito del microbloging: ¿qué peso tendrá Internet en las elecciones del 26 de septiembre?

La nueva guerra mediática está servida.

1 comentario:

  1. Está claro que internet tiene cada vez más peso en el resultado de las elecciones, pero la pregunta es: ¿a quién llegas con el twitter? No a todo el mundo. A lo mejor resulta que a día de hoy no es tan importante.
    Abrazos.
    Alberto

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